Ante la probabilidad de repetirse el Fenómeno La Niña en Colombia y Boyacá, es primordial recordar el impacto que tuvo esta situación en los años 2010 y 2011; el objetivo es prepararnos para actuar desde la prevención y así evitar desastres mayores a los ocurridos, durante el segundo semestre del presente año.
A su paso por Colombia, el Fenómeno de la Niña nos dejó:
Un saldo de 3 millones de personas afectadas por las 2.219 emergencias que se presentaron entre septiembre de 2010 y mayo de 2011.
En Boyacá 22.917 personas se vieron afectadas por el invierno, 860 viviendas quedaron destruidas y más de 12.200 viviendas fueron afectadas en abril de 2011.
La infraestructura vial también se vio afectada por la ola invernal, tan sólo en la red primaria se registraron pérdidas por $52.654.000.000 millones de pesos.
Los desastres que dejó a su paso la Niña sumaron un valor total de 11,2 billones de pesos (6.052 millones de dólares) en Colombia, según cifras del informe publicado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe CEPAL y el Banco Interamericano de Desarrollo BID.
El fenómeno de La Niña llega con lluvias intensas, esto no significa que llueva durante todo el día, sino, que cuando hay precipitaciones estas son muy fuertes, lo que da lugar a deslizamientos, inundaciones o avalanchas. Este fenómeno puede tener un periodo de duración comprendido entre 9 meses y 3 años.
Recomendaciones para estar preparados ante un eventual fenómeno La Niña:
No arrojar basuras a los canales y drenajes urbanos
Estar atentos a las alertas tempranas
Alejarse de ríos y quebradas que han presentado eventos torrenciales
Monitoreo de zonas inestables en sitios residenciales
Recomendaciones a entidades de servicios públicos, de aseo, acueducto, alcantarillado y alcaldías:
Revisar y actualizar sus planes de contingencia sectoriales
Realizar limpiezas preventivas de la infraestructura del alcantarillado pluvial
Limpiar los drenajes urbanos
Monitorear y realizar intervenciones en las zonas inestables que pueden afectar la infraestructura
Llevar a cabo campañas orientadas al adecuado manejo y disposición de residuos sólidos, para que las comunidades no arrojen basuras directamente a los canales y drenajes urbanos
Estar atentos y observar permanentemente los pronósticos elaborados por el IDEAM
Activar y participar en los Comités Locales de Gestión del Riesgo de Desastres en los municipios.
