Delimitado mediante Resolución 1405 de 28 de julio de 2018, se ubica en la Cordillera Oriental en los departamentos de Boyacá, Santander, Arauca, Casanare y Norte de Santander entre los 3.100 y 5.340 msnm, con una extensión de 271167 ha; de las cuales 182750,17 ha, 67% son de jurisdicción de Corpoboyacá.
Este complejo se constituye en una zona importante en cuanto a la variedad de frailejones, ya que en estas áreas de páramo se presenta uno de los mayores centros de diversidad y especiación de flora hacia el sur de la cordillera de los Andes (IAvH, 2007). Rangel-Ch. (2000) identifica como comunidades vegetales más representativas los bosques achaparrados, matorrales, pastizales pajonales y frailejonales.
En este complejo se encuentran gran cantidad de especies endémicas de flora y fauna Mamíferos como el oso de anteojos (Tremarctos ornatus), el zorro (Urocyon cinereoargenteus), el venado de cola blanca (Odocoileus virginianus), la comadreja (Mustela frenata), la musaraña (Cryptotis thomasi) y algunos ratones como (Olilagoryzomys griseolus) y (Thomasomys niveipes), hacen parte de las 53 especies de mamíferos que este complejo comparte con los otros de la cordillera Oriental. De estas especies, tres son endémicas, trece se encuentran amenazadas de extinción y siete son restringidas (Muñoz et al., 2000, citado en Rodríguez et al., 2004).
Servicios ecosistémicos
El ecosistema del páramo del Cocuy provee bienes y servicios ecosistémicos indispensables para el territorio que cohabitan los municipios de la región. A nivel general, se identifica el recurso hídrico como el de mayor beneficio tangible para el bienestar de las comunidades de la zona, además que, se identifica la gran riqueza vegetal, permitiendo la conservación húmeda y la posterior generación de fuentes hídricas. De este complejo de páramo dependen directa e indirectamente muchas comunidades y sistemas productivos, se plantea el complejo de páramos como una unidad que no tiene límites pensando en los habitantes de los municipios en los diferentes intervalos altitudinales adyacentes al páramo que tienen una relación y vínculo elemental con este ecosistema por los beneficios que reciben (Corpoboyaca et al., 2016).