La historia de Pensilvania


En febrero de 2020, la comunidad de Moniquirá, alertó a Corpoboyacá sobre la presencia de Pensilvana cerca de las viviendas de la zona, el individuo se trepó en un árbol y la autoridad ambiental tomó la decisión de capturarla para luego reubicarla.

Pensilvania estaba baja de peso, sus condiciones no eran las mejores. El animal fue liberado a finales de marzo de 2021, entre el Santuario de Fauna y Flora Guanentá Alto Río Fonce y la Reserva Natural de la Sociedad Civil Corazón de la Montaña, después de haber permanecido cerca de un año en el Santuario del Oso de Anteojos de la Fundación Bioandina, en el municipio de Guasca, Cundinamarca, donde la sometieron a un proceso de rehabilitación.

La osa fue la primera hembra con GPS para rastrearla. Portaba en el cuello un collar de telemetría, para su ubicación en tiempo real, además de estudiar varios aspectos como su área de distribución, el uso de los ecosistemas y el grado de adaptación en el bosque.

Durante el siguiente tiempo, expertos de Corpoboyacá siguieron el movimiento del animal en peligro de extinción y, cinco meses después, se encontraron con la sorpresa lamentable de su muerte.