Se realizó en Nobsa consejo nacional de emergencia


Con la presencia del Ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Gabriel Vallejo López, su equipo de colaboradores se realizó un Consejo Nacional de Emergencia en la vereda San Martín del municipio de Nobsa (Boyacá) al que asistieron el Gobernador de Boyacá, Juan Carlos Granados Becerra; el Director General de Corpoboyacá, José Ricardo López Dulcey; el Coordinador Departamental de la Unidad de Atención y Gestión al Riesgo y Desastres, Alirio Rozo; representates del Ejército, la Policía, Defensa Civil, los alcaldes de Nobsa y Santa Rosa de Viterbo y representantes voluntarios de la población civil.

Allí se dejó conocer la magnitud de la conflagración que desde hace seis días se registra en este sector de Boyacá y que hasta el momento ha consumido cerca de 300 hectáreas de bosque y vegetación nativa de Nobsa y que ya ha involucrado algunos sectores del área rural de los municipios de Santa Rosa de Viterbo y Floresta.

En este consejo, los organismos de emergencia señalaron que el fuego amenza con extenderse hasta Duitama y que hasta el momento, por lo menos, cien viviendas han tenido que ser desalojadas y más de cincuenta familias permanecen en riesgo de ser alcanzadas por las llamas.

Tres aeronaves helicoportadas ayudan a sofocar las llamas, mientras que por tierra, retroescavadoras y cerca de 500 hombres buscan extinguir el fuego.

El ministro Vallejo ha señalado que en distintas partes del país se registran 67 incendios forestales activos de similar magnitud y señaló que el de Nobsa es uno de las más difíciles, por las condiciones topográficas y además una de los más lamentables en los últimos tiempos.

Por su parte, el Gobernador de Boyacá ha señalado que esperan aislar los múltiples focos en las próximas horas. Entre tanto, el Director General de Corpoboyacá, quien permanece en el lugar ha enfatizado en que tardará mucho tiempo en que esta zona vuelva a recuperar la capa vegetal que hasta hace unos días dominaba el paisaje y a la vez hizo un llamado a la prudencia y a la preservación de las fuentes hídricas que por cuenta del fenómeno del niño y de la mano del hombre, están permanentemente condenadas a desaparecer.